Frankenstein se encontró con su viejo amigo Henry y fueron a un viaje a Escocia donde Frankenstein aun dudoso se dirigió hacia las islas Orkney en donde emprendería el proyecto de construir al segundo monstruo.
Frankenstein comenzó su tarea y aunque melancólico por crear a la compañera del monstruo se encontraba temeroso al no saber la ubicación del monstruo y que este fuera a lastimar a su familia pero era el sentimiento de ayudar a su familia lo que lo mantenía trabajando en su proyecto.